Certificación WELL, el lugar de trabajo afecta a la salud
Las empresas más innovadoras sitúan a las personas en el centro de sus operaciones y han cambiado la forma de entender un edificio y de diseñar sus espacios interiores. Comprenden que la salud es vital y asimilan la importancia de construir entornos con certificación WELL para elevar la productividad, atraer y retener el talento.
¿Qué es el certificado WELL y qué aporta?
El certificado WELL es un sistema de puntuación mundial, que identifica, mide y monitoriza las características basadas en la salud y en el bienestar de las personas en los edificios.
Fue creado en 2013, y cada vez más demandado. Se otorga en tres niveles de exigencia, plata, oro y platino. Se complementa con el certificado LEED, que se centra en la sostenibilidad y en la eficiencia energética.
Ambas certificaciones proponen un método interdisciplinar de diseño y construcción que garantiza los espacios sostenibles y saludables en los inmuebles. Ambas están respaldadas por el IWBI (International WELL Building Institute).
El certificado WELL establece diez conceptos para valorar los factores relevantes en la salud, en el bienestar y en la productividad.
- Aire: la calidad ambiental, estrechamente ligada al aumento de la productividad, mejora si mantenemos la limpieza, aireamos correctamente y disponemos de un buen sistema de filtrado. Las plantas purificadoras pueden ayudar a mejorar la calidad del aire.
- Agua: sensibilizar a los empleados sobre los beneficios de hidratarse bien y facilitar el acceso al agua con dispensadores evitará el consumo de bebidas azucaradas. Una buena hidratación mejora la calidad del sueño y aumentará la concentración.
- Nutrición: promover los buenos hábitos alimenticios y los alimentos saludables, como la fruta o la verdura, mejorará el rendimiento y evitará enfermedades. Somos lo que comemos. Dotemos a la oficina de espacios donde comer conscientemente.
- Luz: maximizar la luz natural, controlar el deslumbramiento y utilizar una iluminación adecuada en cada puesto mejora el estado de ánimo y la disposición del empleado.
- Movimiento: practicar un deporte aumenta la concentración, la energía y el estado de alerta. Las instalaciones dotadas de mobiliario Agile evitan el sedentarismo. Disponer de un aparcamiento de bicicletas que fomente su uso para ir a trabajar es una propuesta muy sostenible y saludable.
- Confort térmico: la instalación de termostatos garantiza unas condiciones de trabajo satisfactorias en la regulación de la temperatura y la humedad.
- Sonido: el ruido es un gran perturbador que dificulta la concentración. Si instalamos paneles fonoabsorbentes y cabinas acústicas conseguimos espacios más cómodos.
- Materiales: eliminar los materiales de construcción tóxicos, utilizar productos de limpieza no nocivos y gestionar adecuadamente los residuos mejora la calidad ambiental.
- Mente: los espacios naturales nos conectan con la naturaleza. Un jardín interior o una terraza en la azotea fomentan la buena salud emocional y aumentan la creatividad y la concentración.
- Comunidad: es esencial crear una comunidad inclusiva e integrada a través de la justicia social, el compromiso cívico y el diseño accesible. Para ello, las políticas de conciliación, la transparencia organizacional o el acceso a sanidad son imprescindibles
Las ventajas de un edificio WELL
El certificado WELL funciona a cualquier escala, desde un solo espacio interior hasta una organización completa.
Un edificio con certificado WELL aporta múltiples ventajas en términos medioambientales, de salud y wellness, genera ahorro en los costos operativos y consigue una mayor valoración del inmueble.
La implantación de las medidas WELL no supone un beneficio inmediato, pero el retorno de la inversión sostenible y saludable se consolida al año de su aplicación.
Las personas son el eje primordial y el principal activo de las empresas. Disponer de un entorno laboral saludable supone un aumento de la felicidad y de la satisfacción de los empleados, que se sienten orgullosos de las instalaciones y contribuyen a mejorar la reputación.
Unas malas condiciones del entorno acarrean costes directos, como el absentismo, el presentismo y las bajas médicas. E indirectos, como la falta de motivación y de compromiso de los empleados.
Un edificio de oficinas WELL reduce las emisiones de CO2 y los consumos de agua, aumenta la productividad y la equidad de sus usuarios y permite a las compañías atraer y retener talento.
Por ejemplo, el fabricante de mobiliario ACTIU , uno de nuestros colaboradores habituales, ofrece su certificación WELL como una ventaja competitiva en sus ofertas de empleo. ¿Sabías que su sede es el primer edificio más saludable de España, el segundo de Europa y el quinto del mundo según el Well Building Institute?
Sin duda, poseer algún tipo de certificación de sostenibilidad prestigia a un inmueble. El sello otorga un valor reconocido internacionalmente que demuestra el especial compromiso y la responsabilidad de las propiedades con las personas y con la sociedad.
Y, tú, ¿are you WELL?