Estamos acostumbrados a ver el mobiliario de oficina como un elemento funcional y necesario en cualquier despacho, sala de reuniones o espacio de trabajo colaborativo. También sabemos que el mobiliario de oficina es una parte de la decoración integral de espacios de trabajo y que es capaz de proyectar la imagen de nuestra empresa de la misma forma que lo hace un logotipo o un anuncio publicitario. Pero, ¿te has planteado alguna vez el factor psicológico del mobiliario de oficina? Las mesas, las sillas, los archivadores y cajoneras o, incluso, los percheros y las papeleras pueden trasmitir importantes mensajes simplemente por estar ahí. ¿Te parece un tema interesante? Hoy hablamos de mobiliario de oficina y psicología, la comunicación sin palabras.
Mobiliario de oficina para psicólogos
La idea de escribir este artículo y de reflexionar sobre la faceta psicológica del diseño integral de espacios de trabajo se nos ocurrió leyendo un artículo que hablaba, precisamente, de la decoración de las consultas de los psicólogos. El título del artículo era muy corto “Psicología y Decoración”, pero anotaba algunas ideas sumamente interesantes sobre cómo el mobiliario de oficina, los complementos, las texturas y el color influían en los pacientes que acudían a terapia.
El artículo se basaba en un estudio publicado hace unos cuantos años en la revista “Journal of Environmental Psycollogy”. En ese estudio, una psicóloga mostraba a sus alumnos varias fotos de los muebles y la decoración de diferentes consultas terapéuticas y les pedía que describieran al psicólogo que trabajaba en ellas. ¿Cuál era el truco? En ninguna de las fotografías aparecía el terapeuta, sólo se mostraba su mesa de trabajo, su silla, las estanterías donde se apilaban los manuales de consulta, los títulos de medicina colgados en las paredes, etc.
Para esos estudiantes de psicología la presencia de muebles de aspecto más acogedor, las fotos de familia sobre la mesa o los diplomas colgados eran datos suficientes como para pensar que el imaginario terapeuta era un gran médico, una persona cálida y próxima, un profesional en el que podrían confiar sus problemas y sentimientos más íntimos y profundos.
¿La decoración y el mobiliario de oficina trasmiten más mensajes que nuestro propio rostro fotografiado? Para los conejillos de indias que se sometieron a ese ingenioso estudio psicológico parece que sí.
Mobiliario de oficina: la importancia de las líneas curvas
El artículo “Psicología y Decoración” comentaba más estudios que hablaban de la comunicación invisible del color y del mobiliario de oficina, por ejemplo un proyecto realizado en la Universidad norteamericana de Oregon sobre la influencia de las líneas curvas de los muebles en el comportamiento de los seres humanos. La directora del proyecto presentó a sus estudiantes tres habitaciones: en la primera todas las líneas eran curvas, las del sofá, el armario, la mesita auxiliar… hasta las esquinas de las paredes o los marcos de las ventanas eran curvados.
La segunda habitación estaba amueblada y equipada exclusivamente con muebles de diseño rectilíneo y no había ni una sola curva presente, tampoco en los cuadros, los adornos o las cortinas. La tercera habitación del experimento tenía una decoración mixta donde se alternaban las líneas y las curvas.
¿Cuál crees que fue el resultado del experimento? Ante la habitación llena de curvas los estudiantes percibieron mensajes de tranquilidad, afabilidad, cercanía… Unos mensajes que iban disminuyendo ante el espacio mixto con líneas rectas y curvas y que se convertían en mensajes de frialdad, agobio y malestar que les producía la estancia llena de afiladas líneas.
Como ves, estos son sólo dos ejemplos de cómo el mobiliario de oficina puede hablar por ti y trasmitir mensajes que, quizá, no desearías proyectar ni a tu equipo humano ni a tu cartera de clientes.
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