Dentro del sector del mobiliario y de la decoración hay piezas que destacan sobre el resto, piezas que se consideran un clásico dentro del sector y que a su vez no pasan de moda nunca. Piezas que son funcionales y estéticamente bellas. Una de estas piezas, es la conocida y cautivadora silla Eames.
La historia de la silla Eames
La silla Eames es una de las sillas más conocidas dentro del panorama del mueble de diseño, y no es para menos. Nacida en la década de los 50, esta silla es obra de los grandes diseñadores Charles y Ray Eames.
La historia de su nacimiento es, cuanto menos, curiosa. Para ello tienes que situarte en el año 1947, concretamente en una cena en el restaurante Rainbow Room a la que asistieron los principales diseñadores de muebles de la época. A lo largo de la noche se hizo mucho hincapié que en esos tiempos no se realizaba mobiliario de calidad y de gran atractivo a precios asequibles, cosa que hacía que la industria no fuera viento en popa. A causa de este problema, se pensó en realizar un concurso de creación de muebles Low Cost, con el objetivo de dotar al mobiliario de una mejor estética y funcionalidad, eso sí, adaptado a la época.
Fueron muchos los que se presentaron a tal acontecimiento, siendo uno de ellos Charles Eames, que fue el elegido para representar al departamento de ingeniería de la Universidad de Los Ángeles.
Después de un par de meses de deliberación, y más de 3.000 proyectos presentados, Charles, consiguió el segundo puesto gracias al diseño de lo que se conoce hoy en día como la Silla Eames. Su triunfo fue considerado por la versatilidad de la silla, ya que podía ser usada en entornos muy diferentes, como por ejemplo en la oficina o en el hogar, cosa que le hacía adaptarse a la perfección a las necesidades de cada cliente en particular.
Pese a esto, el prototipo ideado tenía un problema, y era que estaba diseñado en acero, con los dos problemas que traía eso consigo:
- En el 1949 el coste de moldear el acero para adaptarlo al diseño de la silla era muy elevado, haciendo que se incumpliera la premisa de muebles low-cost.
- El acero era un material que se oxidaba fácilmente.
Frente a esto, se hizo un ligero cambio: cambiar el acero por fibra de vidrio. Un ligero cambio que desembocó en un pedido de 2.000 sillas y en el inicio de una carrera prometedora para el diseñador y su esposa Ray.
La silla Eames hoy en día
Hoy en día, la silla Eames sigue siendo considerada una de las piezas de mobiliario más venerada de todos los tiempos, cosa que sinceramente no nos extraña. Son muchas las funcionalidades que aporta, por no hablar de su valor estético.
En cuanto a su material, hay que comentar que se dejó de fabricar con fibra de vidrio por las connotaciones negativas que este material tenía con el medio ambiente y con la sostenibilidad.
Tal y como decía Eames: “Getting the most of the best to the greatest number of people for the least” que traducido significa “conseguir más, de lo mejor, para más gente y por menos”. Con este lema podemos disfrutar de una silla que aúna a la perfección las necesidades de consumidores, diseñadores y de la sociedad en general. Por si tienes dudas de ello mira sus múltiples características:
- Sencillez que ayuda a no recargar el ambiente en demasía, consiguiendo así, ambientes limpios.
- Diseño fino y elegante.
- Gran resistencia gracias a su material.
- Amplia gama de colores en su carcasa que le hacen ser el complemento ideal para cualquier estancia.
- Gran abanico de tapizados.
- Gran versatilidad: Sirve para oficina y hogar, pero además sirve tanto para interior como para exterior. Esto último se puede conseguir en los modelos que tienen un tratamiento especial para sus patas metálicas.
- Está diseñada para proporcionar confort a las personas, ya que su estructura se adapta perfectamente al cuerpo humano.