¿Te apasiona tu trabajo? ¿Pasas más horas de las que debieras en tu oficina y cuando terminas te llevas trabajo a casa? ¿Te sientes malhumorado e irritable cuando no trabajas? Quizás tienes adicción al trabajo.
Además, tienes una alta probabilidad de convertirte en workaholic, o lo que es lo mismo, un adicto al trabajo. No lo decimos nosotros, lo dice el Instituto Nacional de Seguridad e Higiene en el Trabajo.
Asusta, ¿verdad? Puede resultar sorprendente que haya personas que lleguen al extremo de estar realmente enganchadas al trabajo. Pero, ¿cómo crees que es el perfil de este tipo de empleados?
Lo cierto es que no existe un único estereotipo de adicto al trabajo y éste puede ser muy variado, pero es muy probable que pueda encajar en alguno de los que mencionamos a continuación o ser resultado de la combinación entre algunos de ellos:
- Servicial. Este tipo de empleado no siente verdadera pasión por su trabajo, o por lo menos no en tanta medida como en el resto de los perfiles. Lo que impulsa y provoca que esta persona se convierta en dependiente del trabajo es su ansiada necesidad de aprobación por parte de sus compañeros y, sobre todo, del gerente. Tiene un gran sentido del deber.
- Dominador. Es un trabajador demasiado preocupado por controlarlo todo y se irrita cada vez que otra persona supervisa o examina su trabajo. Normalmente son personas muy independientes y muy dominantes.
- Ambicioso. El empleado que encaja dentro de este prototipo puede tener una personalidad con tendencia controladora, sin embargo, sin llegar a ser egocéntrico, sí que anhela alcanzar sus objetivos laborales e incluso sobresalir para llegar al éxito. También encaja aquí el tipo de trabajador que cree que, trabajando más, además de ganar más, dejará de tener tiempo para gastar su dinero.
- Egocéntrico. Este narcisista empleado adicto al trabajo se caracteriza por su gran adoración de sí mismo. Es resultado de una explosiva combinación entre el prototipo de trabajador controlador y el ambicioso.
Como ves, al abanico de personalidades que pueden llegar a convertirse en workaholics es infinito, y es que hay muchos factores y muchas posibilidades de que muchos empleados caigan en esta enfermedad: introvertidos, extrovertidos, con estudios superiores, jóvenes, adultos… Sin embargo, este trastorno se da más entre los hombres de 40 a 50 años que se dedican al mundo empresarial, a la comunicación, a la medicina…¿Cuáles son las consecuencias?
5 consecuencias de la adicción al trabajo
- Laborales: aunque pueda resultar contradictorio, los gerentes de las empresas deberían saber que los empleados obsesionados con su trabajo bajarán su rendimiento productivo porque no serán capaces de cumplir los altos objetivos que se marcan.
- Físicas: sobrepasando los límites del trabajo eficiente, el empleado podrá ver como este trastorno provoca, entre otras, enfermedades cardiovasculares o ansiedad.
- Psicológicas: tendencia al consumo de sustancias tóxicas, desconfianza, falta de autoestima, insomnio…
- Sociales: poca capacidad para poder disfrutar del ocio, irritabilidad con el círculo de amistades…
- Sentimentales: no será capaz de establecer vínculos afectivos profundos ni relaciones amorosas.
Como ves, los efectos de la adicción al trabajo no son cosa menor. Por eso, desde las empresas más innovadoras, se fomenta e impulsa la conciliación de su plantilla y la flexibilidad laboral, cumpliendo siempre unos objetivos, pero sin establecer unas desmesuradas metas, porque resultará contraproducente tanto para la dirección como para el empleado.
Quieren que sus trabajadores sepan conciliar su vida laboral con su vida personal de forma que ninguna supere a la otra, ese balance a veces es complicado, ya que hay que desvincular los problemas que ocurren en cada una de forma correcta. Se tienen que tener ganas para volver a casa y desengancharte de tu adicción al trabajo.
Ignoraba que existiera este tipo de adicción, muy buen tema.
Muchas gracias