
La cultura empresarial horizontal comienza a ser una tesis cada vez más utilizada por pymes y startups con buenos resultados económicos y expectativas positivas para el bienestar de sus trabajadores. Frente a una organización clásica vertical en la que existe una cadena de mando que consta de superiores, varios cargos intermedios y trabajadores rasos, la filosofía horizontal apuesta por eliminar los cargos intermedios y dotar a toda la plantilla de la capacidad práctica de toma de decisiones siendo más eficaz. Evidentemente, para mantener a una compañía con esta ideología se necesita mucho talento humano, formación para lograr los objetivos en los tiempos marcados y espacios óptimos que garanticen en todo momento la comunicación y el buen ambiente laboral.
La filosofía de empresa horizontal busca dar a cada uno de sus empleados la suficiente libertad y conocimiento de sus tareas como para poder ser independientes. Sin embargo, al mismo tiempo que se fomenta esa independencia y proactividad en la toma de decisiones, también se debe contar con el resto del equipo y de los departamentos para generar estrategias globales que no se contradigan entre sí. En ese sentido, el trabajo en grupo entre iguales es un hábito en estas empresas y esa descentralización exige la creación de espacios diferentes a los tan habituales despachos en la cultura vertical.
Zonas comunes de trabajo y soft seating
La satisfacción de los trabajadores influye en este tipo de empresa en todos los objetivos de la firma. Es importante que la compañía se preocupe al máximo de este aspecto y que configure los espacios ideales para ellos. Puedes echar un vistazo a los factores que se incluyen en la creación de zonas de trabajo que mejoren el bienestar del trabajador, aunque no podemos hablar de oficinas para empresas con enfoque horizontal sin hacer mención a la tendencia del soft seating.
El soft seating permite el aprovechamiento de espacios sin divisiones físicas para crear zonas comunes con varios usos. Dichos espacios se construyen y decoran buscando fomentar ambientes distendidos en los que el empleado se siente como en casa. Pueden ser utilizados para desconectar de las zonas individuales y encontrar la inspiración. Pero también pueden ser el lugar perfecto para el trabajo grupal en el que la comunicación fluye. Al mismo tiempo, pueden funcionar como zonas de trabajo individual más confortables en las que el trabajador se siente rodeado por parte de la plantilla que también se encuentra allí. Esto favorece la socialización e incrementa la productividad de todos ellos.
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La creación de una oficina con cultura empresarial horizontal debe considerar el aspecto de la descentralización dejando en un segundo plano las zonas exclusivas de despachos de los directivos y cargos intermedios que no existen. Debe centrarse en un ambiente en el que todos los trabajadores tienen el mismo rango para la empresa y a los que se les asignan actividades muy diferentes entre sí, así como responsabilidades importantes para las que requieren los medios de producción y trabajo adecuados. Pensar en espacios individuales dentro de los colectivos es importante para aprovechar el componente de la concentración apostando por ejemplo por mobiliario como el escritorio Secretair o las cabinas aisladas. Pero fomentar una cultura en la que todos se sientan parte del mismo equipo y puedan consultarse todo y comentar nuevas tareas en espacios compartidos debe ser la clave de tu diseño particular.
¿Habías ya contemplado lo diferente que resulta el diseño de una oficina para una empresa con cultura horizontal frente a una más vertical?